Sueño 1/3

SUEÑO Y DESCANSO:

   El descanso y el sueño son aspectos esenciales para la salud; las personas gastan energía en la realización de las actividades diarias. El reposo ayuda a recuperar esta energía consumida permitiendo un funcionamiento corporal óptimo.

    El descanso requiere tranquilidad, una situación libre de estrés emocional,... Por ello no supone inactividad, de hecho, hay ciertas actividades que pueden ser relajantes. La mayoría de las personas pueden descansar cuando sienten que las cosas que afectan a su vida están bajo control; cuando se sienten libres de preocupaciones molestias o temores.

   Según los expertos, el sueño se define como: "un estado de inconsciencia del que se puede sacar a la persona mediante estímulos sensoriales o de otro tipo; es un proceso común a todas las personas, considerado como un estado en el cual la percepción y reacción del individuo al entorno está disminuida y caracterizada por una mínima actividad física, unos niveles variables de consciencia, cambios en los procesos fisiológicos del organismo (descenso en la tensión arterial y del pulso, dilatación de los vasos periféricos, relajación de los músculos, etc.) y disminución de la respuesta a los estímulos".

   Durante el sueño, las actividades fisiológicas decrecen; hay, pues, disminución del metabolismo basal, del tono muscular, de la respiración, del pulso, y de la presión arterial. Por contrapartida, hay un aumento de la secreción de hormonas de crecimiento, un aspecto importante en niños, adolescentes y también en procesos curativos como, por ejemplo, grandes quemados.

EL CICLO DEL SUEÑO: 

   Sueño no REM: se manifiesta en primer lugar. Se llama también sueño de ondas lentas y se compone de cuatro etapas, cada una de las cuales está caracterizada por ritmos electroencefalográficos distintos y por funciones fisiológicas y conductuales también distintas.

• Etapa I, de sueño ligero: es el primer nivel del sueño, continuación de la etapa cero, dura pocos minutos y, durante ella, la persona se despierta fácilmente. En ella, la persona se siente adormilada y relajada, los ojos giran de un lado a otro y las frecuencias cardíaca y respiratoria disminuyen lentamente.

• Etapa II, de sueño intermedio: los procesos orgánicos continúan decreciendo en actividad, la persona está todavía más relajada que en la etapa anterior. Dura aproximadamente 10 min, y en ella aparecen sacudidas mioclónicas musculares.

• Etapa III, de sueño profundo: el individuo deja de reaccionar a los estímulos del ambiente y es más difícil despertar. La actividad de los procesos orgánicos disminuye bruscamente, debido a la influencia del sistema nervioso parasimpático. Según diversos estudios, en esta etapa se produce un aumento de la secreción de hormona del crecimiento (somatropina o GH), aspecto a considerar en pacientes que han sufrido importantes daños tisulares, como grandes quemados. El aumento de la secreción de esta hormona está comprobado experimentalmente en niños y en adultos, sufriendo este patrón variaciones en los ancianos.

• Etapa IV, de sueño muy profundo: el individuo apenas se mueve, está muy relajado y se halla prácticamente desconectado del ambiente externo. En esta fase, las frecuencias cardiaca y respiratoria decrecen entre un 20 y un 30% por debajo de las que presenta cuando se está despierto.

   Sueño REM: se caracteriza por movimientos oculares rápidos, tiene una sola etapa y también se denomina sueño paradójico, debido a que presenta unas características bastantes contradictorias, como el hecho de que durante este tipo de sueño, en el electroencefalograma, aparecen ondas muy similares a las que se presentan durante la vigilia, mientras que, tiene un nivel de tono muscular semejante al de la etapa IV del sueño no REM: el cerebro está trabajando y las actividades corporales son nulas. Aquí aparece lo que se conoce como sueños.

   Esta secuencia completa el primer ciclo del sueño, ya que la persona dormida experimenta de cuatro a seis ciclos de sueño a lo largo de 7 u 8 horas.